lunes, 29 de octubre de 2007

Los símbolos patrios (primera parte)

¿A cuántos no nos ha dicho el sistema que los símbolos patrios representan la unidad nacional? Me parece que a la gran mayoría nos han intentado inculcar esta fétida unidad nacional. Entonces sería interesante analizar un poco los símbolos para destapar aquella cloaca que el Estado tan celosamente ha sellado y ocultado tras figuras míticas como los llamados Niños Héroes (no sé si alguien más cuente con otros ejemplos ilustrativos, insértenlos ^aquí^).
Sí, ¡aquéllos! ¡Los legendarios bribones de los cuales nos habla la literatura folclórica que se hace pasar por libros de historia de la SEP! (¿O les parece una decente labor hermenéutica e interpretativa; O, al menos, científica la que salta a la lectura de un montón de datos mal compilados, unidos por aquí y por allá cual cadáver mal cosido en un intento de reconstrucción cuyos investigadores y editores tienen la osadía de hacer llamar histórico?)
¡Magnánimo Estado que ha dictado a través del derecho constituyente que la educación ha de ser pública y gratuita! Una educación para las masas - perfecta herramienta de manipulación. ¿Qué es lo que manipula el Estado Mexicano a través de la educación? A los Mexicanos, por supuesto, a través de la literatura folclórica...¡es más! Ya no sé si darle el estatuto, tan pomposo, de literatura. Tan sólo he adoptado el supuesto de que es literatura por mero pragmatismo pero he de convenir con mi lector que tan sólo me refiero a aquello que esta impreso en un libro para no tener que sentir la nausea mientras husmeo su paupérrimo contenido.
En fin, lo anterior es tan sólo un pequeño bocadillo introductorio para pasar al tema de interés.
¿Cuántos no han visto la bandera nacional? Se puede ver su chillante y esquizofrénica armonía por doquier : en el canal del Congreso, en el metro, en forma de calcomanías, botones, etc. ¿Pero, han hecho más que sólo verla? ¿No les motiva a desarrollar un trastorno psicótico, o, si no gustan participar, pensar que las personas que tienen por símbolo tal emblema se encuentran dañadas?
En lo personal, un día muy reflexivo por Septiembre me llevó a una especie de análisis fenomenológico de nuestra simbología y observé lo siguiente : un águila posada sobre un nopal sometiendo a una serpiente (con sus demás agregados estéticos e históricos) superpuesta sobre el color blanco, y a los lados del blanco, los colores verde olivo y rojo no-sé-qué. Bueno se estarán preguntando ¿y eso qué? y hasta imagino un distante grito - "¡todos lo hemos visto idiota!" Por supuesto que lo han visto, pero no sé si al momento de observarlo han sentido en sus entrañas que la armonía es tan sólo algo aparente y detrás se oculta una falta de coherencia absoluta que pienso radica en lo siguiente : existen dos elementos que no tienen nada que ver, eliminando toda posible unidad estética del símbolo.
El primer elemento es el águila sometiendo a la serpiente - es algo enteramente Mexica, lo cual es fácilmente deducido de lo que el mismo Estado nos ha dicho, a saber : que aquél legendario sacerdote (que yo me atrevería a llamar místico) que conducía a su pueblo buscaba esa misma imagen pues había tenido una visión que describía semejante dialéctica entre la rapaz águila y la venenosa serpiente. Aquí que sea folclór no importa : este mito daba una verdadera unidad al pueblo Mexica y espero baste con decir que fundaron un Imperio junto con los otros dos miembros de la Alianza. Hasta ahora no he sentido ningún retortijón visceral.
Cuando comienzo a pensar lo que escribiré del segundo elemento es cuando mis entrañas me advierten que en el momento en el que comience a elevar la tapadera un olor nefasto invadirá mi nariz, pasará por mi gusto, mi garganta se contraerá y sentiré cómo mi estómago siente la necesidad de expelir algo en un movimiento contranatura. Me refiero a los colores y los ideales que representan. Estos colores-ideales me parecen un añadido que contamina la pureza de un pueblo prehispánico con un ícono tan peculiar, buscan europeizarle y subyugarlo en cuanto le rodean - perfecto para un programa de colonización como aquellos de los siglos XVI y XVII pero inválido para nuestro pueblo que se cree independiente de Europa.
Me gritarán los heraclíteos "Pero...de los opuestos se engendra la más sutil armonía". Por supuesto les diré, en un aspecto metafísico...pero aquí hablamos de la realidad de un constructo sociopolítico que esta atravesando una gran crisis - la democracia y el sistema de gobierno Mexicano.
¿Qué imagen puede dar una bandera con dos elementos tan contrarios entre sí? Solamente la de un país que se sigue vendiendo al extranjero, que se vende pues es incoherente y fragmentario - tanto lo es que a veces nos encontramos prefiriendo lo internacional que lo hecho en casa.
Los dejo por hoy con este breve análisis de uno de nuestros símbolos patrios más queridos y propagados. Si han llegado hasta aquí y han soportado mis excentricidades aristocráticas quiero agradecerles por el tiempo que le han otorgado a un servidor.

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