viernes, 16 de noviembre de 2007

El himno nacional (O Los símbolos patrios, tercera parte)

Estimados lectores, en la presente entrega observarán un ataque menos visceral y más analítico al problema que he estado trabajando, a saber, una especie de crítica estética a los denominados símbolos patrios.
La bandera fue el primer blanco en el campo de tiro pues es muy fácil de avistar y poner la bala donde el ojo pone la vista.


Sin embargo, para derrotar a un ejército es importante que el francotirador ponga la bala en algún centro vital del cuerpo de un oficial de alto rango o, en su defecto, que el bombardero ponga la bomba detonando un centro que tenga por objetivo la logística y coordinación del enemigo llámese centro de comunicaciones o de inteligencia.


Un ejército sin forma de coordinarse es como un pollo decapitado - corre de lado a lado sin poder observar lo que pasa y tarde que temprano morirá desangrado o algo ajeno hará más rápida la jurisdicción de la merced piadosa.


Sin embargo ni el tirador ni el bombardero podrán realizar su labor sin cierta pericia, coordinación y determinación de su parte.





La analítica para determinar la mejor acción a tomar es una herramienta necesaria para determinar a priori el objeto a aniquilar. De lo contrario cualquier método y cualquier objetivo son válidos, y no es de mi interés acabar con vidas civiles a diferencia de otras guerras que usan armas - en mi guerra uso palabras, libertad de expresión e intuición y a lo más que puede aspirar un servidor es a herir los sentimientos de alguno de sus lectores pero siempre espero decir algo verdadero desde mi perspectiva cuidando que sea un argumento coherente.





Existen dos versiones del himno nacional : la original y la recortada. La original fué escrita por Francisco González Bocanegra en el año de 1853. Para que fuese recitada al cantarse como himno nacional de México fué instituida por decreto presidencial en 1943 una versión recortada.


La versión de 1943 consta de un coro y cuatro estrofas para formar un total de treintaiséis versos.


La palabra guerra aparece siete veces; la palabra bélico en una ocasión al igual que las palabras lidiar, soldado y victoria; sangre salta a la vista tres veces; patria aparece seis veces. Estas palabras son de uso común y todo hispanohablante sabe lo que se designan por lo que si fuese a trazar deducciones de lo que me dicen los números se trataría de un himno nacionalista (patria) y bélico (guerra, lidiar, sangre, soldado, victoria). Sin embargo aislar las palabras y resaltar su significado por sí mismas sin contextualizarlas al resto del escrito sería algo muy falaz y de pésima ética de mi parte, que, buscando poner a la pandrosofía en alto, la defino como una forma de pensamiento autocrítica.

La primera vez que aparece la palabra guerra es en el coro

Mexicanos, al grito de guerra
El acero aprestad y el bridón,
Y retiemble en sus centros la tierra
Al sonoro rugir del cañón.

exhorta al pueblo mexicano a empuñar el acero (empuñar un arma) y hacer uso del corcél de guerra (bridón), y hacer resonar el suelo al detonar algun cañón.
Toda la segunda estrofa se encuentra impregnada de una representación bélica

¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la patria manchar los blasones!
¡guerra, guerra! los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.
¡Guerra, guerra! en el monte, en el valle,
los cañones horrísonos truenen
y los ecos sonoros resuenen
con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!

...identificándose como enemigo a aquel que mancha los blasones, que tal vez signifique librar una batalla contra aquél que falte al respeto a la patria. El último verso da una vaga pista al respecto de que podría ser esta falta de respeto pudiendo ser : amenazar a la unión nacional o amenazar su libertad buscando subyugar a la población.


Continuemos con la tercera estrofa para encontrar elementos aún más siniestros


Antes, Patria, que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie.
Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con hórrido estruendo,
y sus ruinas existan diciendo:
de mil héroes la patria aquí fue.


...es muy claro que la Patria exhorta a sus hijos a morir batiéndose en fervor patriótico en vez de vivir esclavizados por el enemigo, así como también las estructuras sean derribadas en la guerra antes de que pasen a ser propiedad del invasor.

¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento
los convoca a lidiar con valor.
¡Para ti las guirnaldas de oliva;
¡un recuerdo para ellos de gloria!
¡un laurel para ti de victoria;
¡un sepulcro para ellos de honor!

Quedando al final solo la fría abstracción estadista que de alguna forma recuerda la gloria de sus hijos, eso sí glorificada con un laurel mientras sus hijos han muerto. ¡Ningún padre en su cabal juicio aceptaría enterrar a su hijo! Es el peor ejemplo de sentimiento familiar - un hegelianismo guerrero cuyo fin es la protección del Estado - ó Patria si se prefiere - pues el individuo no se puede realizar fuera de la nombrada entidad.
Sin embargo, ésta estructura política no es vislumbrada por la mayoría de las personas. Ruega al político a preguntarse ¿cómo persuadiarles de defender a la Patria y el suicidio que implica combatir por la Patria? Con elementos que trascienden a la experiencia, por supuesto, aquí viene la tan ansiada palabra - Metafísica.
Aparecen palabras, que, aunque fueron escritas en cantidades menores pues no requieren la propaganda que la palabra Patria requiere, sutilmente tienen el mismo efecto que el de la propaganda patriótica - me refiero a palabras tales como arcángel (que aparece en una ocasión junto con las siguientes palabras) seguida por la palabra divino.
Hasta Dios asoma su horrible nariz desde su sitio trascendente - el cielo - osándose a escribir el destino de la Patria. ¡Qué hipocresía separar al Estado de la Religión cuando el mismo Estado es beneficiado por la metafísica de las creencias religiosas! ¿Será que el Estado-Patria se encuentra celoso de la facilidad manipulativa de la Iglesia, y no queriendo competencia, expropió el método metafísico?
...

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